Este invierno ha comenzado con temperaturas bastante bajas, que invitan a pasar las nochecitas en casa en compañía de una buena película, de buena comida y de un buen vino. Nosotros elegimos una película policial de Agatha Christie, un jabalí asado con chimichurri y un vino israelí. Justamente, mi amigo Matteo me había enviado una botella de Yarden Galilee Syrah 2013, de la bodega Golan Heights Winery.

La bodega Golan Heights tiene una larga historia, pues ha sido fundada en 1983, y además tiene una óptima reputación. La finca comprende 28 viñedos, con un total de 600 hectáreas. Y Yarden es la etiqueta que la empresa reserva a sus vinos premium, producidos sólo con las uvas seleccionadas en los mejores viñedos.

El vino que tengo en mi copa contiene únicamente uvas Syrah, que es un viñedo que se ha adaptado magníficamente al clima fresco y al terreno volcánico de las colinas de Galilea, que hospedan los viñedos de Golan Heights. El vino envejece en barricas por 18 meses.

Ya seduce a la mirada con un bellísimo color rubí intenso, este Syrah entusiasma la nariz con sus varios aromas: guinda, fresa, ciruela madura, frutos secos y especias (nuez moscada y clavos de olor).

Degustándolo, se confirman sus aromas y se distingue por su elegancia y buen equilibrio entre acidez, taninos y cuerpo. Largo en el final, Yarden Galilee Syrah, sin lugar a dudas, es un vino “abundante”, y también es un óptimo compañero de carnes rojas y de quesos estacionados.

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